Instrumentos de Viento Metal
Instrumentos
de viento metal son instrumentos musicales de viento compuestos por un tubo de metal (generalmente latón), que puede estar doblado o recto, una boquilla y una campana en el extremo opuesto a la boquilla. Aunque
estos instrumentos están fabricados en metal, la mayoría de ellos tienen
antecesores tomados de la naturaleza, como las caracolas, ramas huecas o cuernos de algunos animales.
Dentro de la familia de los
instrumentos de viento metal existen dos grupos: los instrumentos de taladro cónico y los de taladro cilíndrico. En los primeros, el conducto
del aire se ensancha gradualmente desde la embocadura hasta la campana. Estos instrumentos tienen sus
antecesores en las caracolas marinas
y los cuernos de los animales. Ejemplo de ellos es el shofár, un instrumento
judío fabricado con el cuerno de un carnero y que aún es usado en las sinagogas. De los instrumentos modernos
utilizados, la trompa, la tuba, el clarín y el fliscorno son sus
principales representantes.
En los instrumentos de taladro
cilíndrico, el conducto no se ensancha más que en el tudel del principio hasta unos centímetros antes de
llegar a la campana y todos los tubos centrales que componen las bombas y los
pasos entre los pistones son cilíndricos.
Tienen sus orígenes en conductos
sonoros fabricados en madera, bambú o caña que estaban provistos de
una embocadura gruesa y abultada con un cuerpo de animal a modo de pabellón.
Como representantes modernos de estos instrumentos destacan la trompeta y el trombón. En cualquier caso, los
instrumentos actuales de los dos grupos no son cónicos o cilíndricos por
completo.
Esquema de un pistón, como en la trompeta.
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Esquema de una válvula, como en la trompa.
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Esquema de una vara telescópica, como en el
trombón de varas.
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Funcionamiento de un pistón de
trompeta.
El sonido se produce gracias a la vibración de los labios del intérprete en la parte denominada boquilla a partir de la columna del aire (flujo del aire). La posición de los labios es fundamental a la hora de ejecutar
una nota. Cuando la columna de aire atraviesa el tubo, produce una serie de
notas llamada serie de armónicos naturales. Se pueden obtener otras notas utilizando válvulas, pistones o varas deslizantes, dependiendo del tipo de
instrumento. El sonido de los instrumentos de metal puede alterarse
introduciendo en la campana un mecanismo conocido como sordina, consiguiendo un timbre diferente.
El origen de los instrumentos de
viento-metal se remonta a los instrumentos elaborados con elementos presentes
en la naturaleza, tales como cuernos de animales, ramas de árboles o caracolas
que se utilizaban para diversas cuestiones como eran los entierros, rituales
para ahuyentar a los malos espíritus, para la caza o para transmitir señales.
La mayoría de las antiguas civilizaciones recurrieron
a este elemento para tal cometido.
En ocasiones, los instrumentos
tenían un uso litúrgico, como sucede con el shofár judío, del cual existe testimonio
en Números XXIX,
1. Sin embargo, el empleo del cuerno fue muy superior en los países nórdicos
europeos, pues en ellos se perfeccionó y se fabricó de metal, como ocurre con
el lur escandinavo, inspirado en el colmillo de
un mamut. En la Edad del Bronce muchos pueblos fundían el
metal para confeccionar grandes trompas, casi siempre destinadas a fines
bélicos, aunque se mantenía su primigenia función como elemento para realizar
señales. Un ejemplo de ello es el carnyx empleado por
los celtas.
Herencia de estas antiguas
trompas son los aerófonos de metal surgidos en la Edad Media, como es el caso de las trompetas y sacabuches, éstos últimos antecesores
del trombón.
Esta familia de instrumentos adquirió notable importancia gracias al
perfeccionamiento de la trompa en el siglo XVII, añadido al nacimiento de
la trompa de caza, consistente en un aerófono de metal con un tubo
progresivamente ensanchado, con boquilla estrecha, cónica, campana ancha y
cuello arrollado sobre sí mismo. Si el primer cometido de estos instrumentos
fue la música heráldica y militar, paulatinamente se fueron incorporando a la música
culta y así los vemos plenamente integrados en la orquesta del clasicismo, para, en el siglo siguiente,
ser objeto de grandes cambios morfológicos y adquirir una importancia
determinante, tal como demuestra la música de Héctor Berlioz y Richard Wagner, que requieren ejemplares
creados durante el siglo XIX,
como tubas Wagner, fliscornos y oficleidos.
Sobre 1815 se inventó un sistema de válvulas y se eliminó el
sistema de "codos" (tubos extra), mediante el cual se conseguía
variar la longitud del tubo. Los instrumentos modernos tienen "tubos
extra" permanentemente fijados y las válvulas se utilizan para que estos
tramos puedan empalmarse y hacer el tubo principal más largo. Los tramos se
abren o cierran mediante una serie de pistones. Ahora los diferentes
instrumentos de viento se utilizan en la mayoría en las bandas sinfónicas.
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